IDIOTA: De ἴδιος (idios; privado), es una palabra derivada del griego ἰδιώτης (idiotes) que comenzó definiendo al habitante que no participaba de los asuntos públicos y solo le interesa su ámbito personal.
En los muros de las ciudades Colombianas la aparición de graffitis contraestatales ocurre principalmente, de forma masiva, como huellas a lo largo de las calles principales, dejadas detrás de las marchas de protesta social que frente al gobierno actual en Colombia se hicieron más frecuentes y multitudinarias. Posteriormente a estos acontecimientos los mensajes como: Uribe Paramilitar, Uribe Asesino, son sistemáticamente censurados, el nombre del presidente es tachado, dejando el resto del mensaje de denuncia sin el blanco de la acusación.
La reiteración de esta forma de mutilación de la expresión popular en el espacio público ha hecho sospechar que este es un trabajo pagado por el gobierno, que sin embargo parece ser negligente pues observando detrás de lo rayado, entre las líneas, siempre se puede reconocer el URIBE. Esta observación no solo logra que fracase aquel tipo de encubrimiento, también delata la situación como evidencia de la actualidad en las prácticas represivas de la libre expresión en Colombia.
Sin embargo, yendo más allá de la sospecha sobre la autoría de “funcionarios gubernamentales” empleados en mantener limpia la “buena imagen” de la cabeza del estado, también podría temerse que esta sea una especie de auto-censura de la manifestación de unos intereses sociales por parte de sectores del pueblo que están al favor del régimen nacionalista actual, entre sus características es consecuente con que no tolera en absoluto el cuestionamiento a sus representantes. Convenientemente para el continuismo de este tipo de política hoy cuentan con un representante plenamente apoyado por Álvaro Uribe en las listas de candidatos para las próximas elecciones presidenciales, Juan Manuel Santos ex-ministro de Defensa del Presidente Uribe, primo del actual Vicepresidente Francisco Santos y, peligrosamente para la actividad de los medios alternativos de comunicación y la subsistencia de las expresiones públicas del disenso, es accionista y fué subdirector del diario El Tiempo, el periódico con mayor circulación en Colombia y parte del conglomerado al que pertenece el canal de televisión City TV, entre otros medios, el grupo también aspira a manejar el próximo tercer canal de televisión con cubrimiento nacional. El periódico El Tiempo ha llegado a despedir columnistas que han cuestionado sus tendencias uribistas, como fue el caso de Claudia López quien denunció que el mismo diario en su momento estaba favoreciendo la candidatura presidencial del ex ministro Juan Manuel Santos, después de la imposibilidad de la reelección de Uribe. Cuestionándose a nivel público el deber social de este medio de comunicación por el perjuicio a la libertad de prensa que supuso este hecho que privilegió los intereses particulares de los propietarios de este periódico.
La obra “Entrelíneas” de Rodrigo Echeverri enmarca una mirada al fenómeno de la censura, de la tachadura de graffitis políticos, determinando sus límites como quien toma distancia para hacer el registro visual de lo que tiene al frente. No es la actividad del censurador, ni la manifestación del ciudadano (se define así a la persona conferida con deberes y derechos políticos al participar ejercitándolos en el gobierno de su país), sino es la posición de un tercero, quien apuntando su objetivo, interponiéndolo a una mirada directa, obtiene un formato de fotograma cinematográfico subtitulado y traduce los gestos de graffiti tachado al mensaje textual en forma tipográfica. Como un instrumento visual que da el efecto de realización ficticia de una “película extranjera” y paradójicamente desde el punto del observador de la intervención o del público de la obra, hace ver el problema como algo ajeno, foráneo y ficticio.
http://www.rodrigoecheverri.com/int/obra_1.html
http://www.rodrigoecheverri.com/int/critica.html
En los muros de las ciudades Colombianas la aparición de graffitis contraestatales ocurre principalmente, de forma masiva, como huellas a lo largo de las calles principales, dejadas detrás de las marchas de protesta social que frente al gobierno actual en Colombia se hicieron más frecuentes y multitudinarias. Posteriormente a estos acontecimientos los mensajes como: Uribe Paramilitar, Uribe Asesino, son sistemáticamente censurados, el nombre del presidente es tachado, dejando el resto del mensaje de denuncia sin el blanco de la acusación.
La reiteración de esta forma de mutilación de la expresión popular en el espacio público ha hecho sospechar que este es un trabajo pagado por el gobierno, que sin embargo parece ser negligente pues observando detrás de lo rayado, entre las líneas, siempre se puede reconocer el URIBE. Esta observación no solo logra que fracase aquel tipo de encubrimiento, también delata la situación como evidencia de la actualidad en las prácticas represivas de la libre expresión en Colombia.
Sin embargo, yendo más allá de la sospecha sobre la autoría de “funcionarios gubernamentales” empleados en mantener limpia la “buena imagen” de la cabeza del estado, también podría temerse que esta sea una especie de auto-censura de la manifestación de unos intereses sociales por parte de sectores del pueblo que están al favor del régimen nacionalista actual, entre sus características es consecuente con que no tolera en absoluto el cuestionamiento a sus representantes. Convenientemente para el continuismo de este tipo de política hoy cuentan con un representante plenamente apoyado por Álvaro Uribe en las listas de candidatos para las próximas elecciones presidenciales, Juan Manuel Santos ex-ministro de Defensa del Presidente Uribe, primo del actual Vicepresidente Francisco Santos y, peligrosamente para la actividad de los medios alternativos de comunicación y la subsistencia de las expresiones públicas del disenso, es accionista y fué subdirector del diario El Tiempo, el periódico con mayor circulación en Colombia y parte del conglomerado al que pertenece el canal de televisión City TV, entre otros medios, el grupo también aspira a manejar el próximo tercer canal de televisión con cubrimiento nacional. El periódico El Tiempo ha llegado a despedir columnistas que han cuestionado sus tendencias uribistas, como fue el caso de Claudia López quien denunció que el mismo diario en su momento estaba favoreciendo la candidatura presidencial del ex ministro Juan Manuel Santos, después de la imposibilidad de la reelección de Uribe. Cuestionándose a nivel público el deber social de este medio de comunicación por el perjuicio a la libertad de prensa que supuso este hecho que privilegió los intereses particulares de los propietarios de este periódico.
La obra “Entrelíneas” de Rodrigo Echeverri enmarca una mirada al fenómeno de la censura, de la tachadura de graffitis políticos, determinando sus límites como quien toma distancia para hacer el registro visual de lo que tiene al frente. No es la actividad del censurador, ni la manifestación del ciudadano (se define así a la persona conferida con deberes y derechos políticos al participar ejercitándolos en el gobierno de su país), sino es la posición de un tercero, quien apuntando su objetivo, interponiéndolo a una mirada directa, obtiene un formato de fotograma cinematográfico subtitulado y traduce los gestos de graffiti tachado al mensaje textual en forma tipográfica. Como un instrumento visual que da el efecto de realización ficticia de una “película extranjera” y paradójicamente desde el punto del observador de la intervención o del público de la obra, hace ver el problema como algo ajeno, foráneo y ficticio.
http://www.rodrigoecheverri.com/int/obra_1.html
http://www.rodrigoecheverri.com/int/critica.html